Esta mañana estaba leyendo el blogue de un amigo mío y me di cuenta
que la poetisa argentina Alejandra Pizarnik era homenajeada hoy en Madrid.
Me gusta mucho esta poetisa si bien que algunos poemas me son un poco difíciles
de entender, quién sabe porque la lengua española no es mi lengua madre.
El 29 de Abril Alejandra Pizarnick cumpliría 75 años, por este motivo
y por primera vez en España, el Centro de Arte Moderno y la casa Sefarad Israel
han organizado este homenaje que consiste en una serie de actividades alrededor
de la vida y la obra de la poeta argentina.
Alejandra nació en Buenos Aires
en 1936, sus padres eran ambos inmigrantes judíos rusos. Creció en un barrio de Avellana, ciudad separada de
Buenos Aires por el Riachuelo, en un ambiente de familias obreras.
Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su corta vida se
motivó muy temprano por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez
hizo que se interesara por el psicoanálisis.
Ni la pintura ni la poesía bastan como terapia y ella esperimenta el breve y peligroso fenómeno psicodélico de las anfetaminas. También cura el dolor con analgésicos y consume somníferos.
Luego de estar ingresada en el Hospital Psiquiátrico Pirovano de
Buenos Aires, por un cuadro depresivo, se suicidó a los 36 años de edad, en 1972,
con una ingesta de barbitúricos.
Es una de las grandes poetas en lengua española.
Había quedado con una amiga encontrarnos en la tarde en el Café, pero
no he podido ir. Estaba casi saliendo de mi casa cuando cayó una tormenta en
toda esta zona, con lluvia torrencial y granizo en grandes cantidades que las
calles quedaron blancas llenas de hielo y inundaciones por la fuerte lluvia. Muchos
coches quedaron sumergidos y los
bomberos acudiendo a tanta gente que había quedado atrapada en las calles, en las
tiendas y mismo en sus casas. Eran las 15h.30m de la tarde.
Ahora en la noche los truenos volvieron y llueve muy fuerte de nuevo.
Si te atreves a sorprender
el sentido de esta
vieja pared;
y sus fisuras,
desgarraduras,
formando rostros,
esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para
tu sed,
probablemente
partirá
esta ausencia que
te bebe.
Alejandra Pizarnik
Buena reseña biográfica. El poema que has puesto es muy bonito.
ResponderEliminarSaludos