Este
año Papa Nöel estaba más gordito y no consiguió bajar por las chimeneas. Quien
me lo contó fueron unos vecinos que a la media noche estaban mirando al cielo y
vieron como los renos se divertían bajando hasta los tejados del barrio. Que
vieron al viejito de barbas blancas intentar entrar en muchas chimeneas y hasta
lo oyeron llorar porque sabía que los niños estaban durmiendo con un ojito
abierto y otro cerrado esperando que amaneciera para correr a la cocina a ver
los juguetes que le habían pedido en las cartitas... Fue cuando se dieron
cuenta que una lluvia de estrellitas empezaron a rozar los cristales de las
ventanas como de pequeñas pelotitas de granizo se tratara. Al mismo tiempo se
podría oír casi susurrando: "Abran la puerta a Papa Nöel... abran la
puerta a Papa Nöel"... Y las puertas se iban abriendo como por arte de magia.
Me contaron también que hasta emocionaba ver como el viejito ganó un nuevo
animo y con la ayuda de los renos, consiguió entregar todos los regalos, mismo en
las casas donde las chimeneas eran más anchas. Cuando terminaron el trabajo, los
renos fueron buscar al trineo una gran botella de champán y brindaron para que
todos tuviesen un Feliz Año de 2013. Hicieron jurar a Papa Nöel que comenzara
de seguida a hacer dieta para que nunca más ocurra lo mismo en que los niños
estuvieron casi a quedar sin regalitos.
Flor
Bonito cuento.
ResponderEliminarUn abrazo
Que ternura!!!!!
ResponderEliminarabrazos
muy bonito y tierno.
ResponderEliminarque te vayan bién los reyes.
EL HOMBRE DEL CAFÉ
No sé que ha pasado pero este año a pesar de la crisisi y del hambre que pasan millones de personas que hace dos años eran de la clase media y trabajadores, los reyes han engordado. Fíjate en el Rey Juan Carlos que cara más redondita tiene y qué mofletes coloridos. ¡Y dice que está preocupado por los jóvenes y los parados!
ResponderEliminarYo creo que lo que de verdad le preocupa es que no puede caminar bien y eso le impide ir a cazar osos y elefantes.
Feliz año, Flor. Un beso