Un recuerdo pasea
El café se cocía
con olor a bejucos y sauces
la lentitud de un mundo se movía
Pensé en los seres queridos
Aquellos que olieron conmigo
los leños mientras ardían
Ya muchos se fueron
Emigraron al mundo de la luz
donde los destellos son más fuertes
y no hay tinieblas
decía mi abuela
que en paz descanse
Opinaba mi abuelo
el filósofo de un mundo pequeño
Tanto les quise y tuve que decir
un día adiós
Pero es que vamos por el mundo
exigiendo
que no nos abandonen
y no es nuestro nada
tan solo Dios y su mirada
Dichoso olor el de café que bulle
algo tan cierto en las cocinas del amor
Es tu mirada latir de tiempos acumulados
Hay en ti hojarascas del pasado que no despegan
y las has llevado a tu presente como imposición
de un caminante y una misión
Revoletean los pájaros y hay festival
aunque el día es gris y se demora por pernoctar
Allí en el fogón se cuelan recuerdos idos
en los umbrales de un simple rancho
que tiene paredes de alegres espejos
Allí quedaron plastificados rostros de ancianos
que aun acarician la soledad
Luz Ramírez
Derechos reservados
a bejucos y sauces.... hermoso poema.
ResponderEliminarEL HOMBRE DEL CAFÉ
Es verdad! Un lindo poema de una amiga poeta del face.
EliminarUm belo poema de Luz Ramírez. Uma fotografia lindíssima.
ResponderEliminarBeijo.
Grata pela sua visita. Beijinho.
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