El Vaticano examina la posibilidad de limitar el número de visitas a la sede de los cónclaves papales, cuyos frescos son considerados obras maestras del Renacimiento
La idea fue lanzada por el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, la víspera de la ceremonia oficial que presidirá el papa Benedicto XVI para conmemorar los cinco siglos de la inauguración de los frescos de Miguel Ángel, el 31 de octubre de 1512.
“Si no se instala inmediatamente un nuevo sistema de climatización, nos toca limitar las visitas para preservar tan valioso patrimonio artístico”, advirtió Paolucci.
La célebre capilla, que se encuentra dentro del palacio apostólico en el Vaticano, decorada con frescos de Miguel Ángel, Rafael y Botticelli, es uno de losmonumentos más visitados del mundo.
“La presencia de tantos visitantes podría provocar daños, por el polvo, la presión antrópica, la humedad de los cuerpos, el anhídrido carbónico, las temperaturas altas, los cambios climáticos, la transpiración,elementos que producen los visitantes, que alteran el microclima de la capilla y que a largo plazo pueden afectar los frescos”, explicó Paolucci.
Para evitar tomar una medida tan drástica como la reducción del número de visitantes, los responsables del Vaticano encargaron a una firma especializada la proyección de un sistema nuevo de climatización que proteja los frescos. El nuevo sistema, capaz de garantizar la eliminación del polvo y otros agentes contaminantes, con un recambio rápido y eficaz del aire y el control de la temperatura y la humedad, deberá ser instalado el próximo año.
“De lo contrario, nos tocaría tomar medidas drásticas y limitar el acceso, una solución complicada y difícil”, comentó Paolucci.
En 1994, tras haber sido por varios años sometida a una profunda limpieza, el Vaticano presentó la restauración de la Capilla Sixtina, la cual permitió descubrir los coloresbrillantes que Miguel Ángel empleaba y eliminar las capas de humo y la cera de las velas que por siglos opacaron las pinturas, entre ellas, el Juicio Final.
“De lo contrario, nos tocaría tomar medidas drásticas y limitar el acceso, una solución complicada y difícil”, comentó Paolucci.
En 1994, tras haber sido por varios años sometida a una profunda limpieza, el Vaticano presentó la restauración de la Capilla Sixtina, la cual permitió descubrir los coloresbrillantes que Miguel Ángel empleaba y eliminar las capas de humo y la cera de las velas que por siglos opacaron las pinturas, entre ellas, el Juicio Final.
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