Prostitutas para motivar a los empleados...

Captura de la página web de 'Handelsblatt' en la que aparece la noticia.



Una de las mayores aseguradoras premió a directivos con una fiesta con prostitutas.

La caja de ahorros alemana para la construcción Wüstenrot decidió premiar a algunos de sus empleados y directivos con los servicios de prostitutas en un viaje a Río de Janeiro.

El diario Handelsblatt, que ha publicado el escándalo, indica que en una revisión de la propia caja se encontraron con que entre 14 y 20 agentes comerciales acudieron en 2010 a un club de baile en Copacabana por la recomendación de la guía turística que programó la visita.

Tras conocerse esta información, Wüstenrot ha explicado que organizaron el viaje a Río de Janeiro para premiar y motivar el esfuerzo de sus mejores comerciales, pero que el itinerario oficial en ningún caso incluía actividades contrarias al código de conducta de la empresa.

Sin embargo, algunos de quienes participaron en el acto aseguran que la empresa incluyó la visita al club Barbarella en un viaje que los directivos habrían estado anunciando durante meses para tratar de estimular a los empleados.

"La puertas del autocar (en el que viajaban) se abrieron y la mitad del grupo se bajó, incluidos directores de sección y otros directivos. Sólo pensé: 'no puede ser que Wüstenrot nos lleve a una casa de putas'", asegura uno de los asistentes. Otro participante cuenta que la policía inclusodetuvo a uno de los directivos en la playa, en presencia de una prostituta.
Algunos representantes habrían permanecido en el local sin percatarse

Según el rotativo Handelsblatt, aunque algunos de los representantes de Wüstenrot habrían permanecido en el local sin percatarse de qué tipo de establecimiento era, al menos tres empleados, entre ellos directivos, llevaron prostitutas a la habitación, mientras otro llegó a la entrada del hotel con una acompañante del brazo, pero decidió rechazar a la mujer cuando ésta le exigió unos 50 euros y el portero una tarifa adicional de 100.

El caso de Wüstenrot, una entidad creada en 1921 y que con unos tres millones de clientes es la segunda caja de ahorros para la construcción de Alemania, recuerda al de la aseguradora alemana Ergo, filial de Münchener Rück (Munich Re), que dio una fiesta con prostitutas para premiar a algunos de sus mejores agentes en junio de 2007 en un viaje a Budapest.