
Café de Flore - Paris
quinta-feira, 31 de dezembro de 2015
quarta-feira, 23 de dezembro de 2015
sábado, 19 de dezembro de 2015
No hay años malos
Lo primero que hice hoy fue, como siempre, llevar mi Freddy al jardín. Puede llover, caer nieve, nunca cae :( , truenos (OJO no se puede estar bajo los árboles), pero salimos, caminamos y llegamos a casita después de Freddy hacer revisión a todos los árboles.
Tomamos los dos
el desayuno, yo mi café con leche y tostadas y él su pienso. Él siguio durmiendo
en su camita y yo me senté al ordenador aún con la taza en la mano y la boca
masticando.
Aunque estoy de
vacaciones de mi "trabajo" en mi página del facebook (ya estoy un poco harta), fuí mirar las
noticias y guardar imágenes, textos, poesías, cosas que me gustan.
Hoy leí un bellísimo
texto que pensé de seguida traducirlo para presentarlo a mis amig@s, paisanos
pero antes lo presento aquí a vosotros. Espero os guste:
Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos.
Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son.
Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad.
Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo.
“Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices
En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:
-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento.
El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental.
Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros.
A esta tierra vinimos a cansarnos,....... para dormir tenemos siglos después.
-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero.
Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.
-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores.
Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreírpor lo menos una o varias veces al día.
Querernos.
Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, almohadones aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida.
Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello.
La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa.
Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la actitud con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".
Mamerto Menapace monje benedictino.
Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son.
Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad.
Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo.
“Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices
En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:
-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento.
El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental.
Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros.
A esta tierra vinimos a cansarnos,....... para dormir tenemos siglos después.
-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero.
Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.
-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores.
Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreírpor lo menos una o varias veces al día.
Querernos.
Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, almohadones aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida.
Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello.
La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa.
Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la actitud con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".
Mamerto Menapace monje benedictino.
*
quinta-feira, 17 de dezembro de 2015
Puedes escuchar?
"Puedes escuchar Fernando?
Me recuerda tiempo atras
Estrellas y una noche alla
En la lumbre azul Fernando
Tarareabas tu cancion
Con ese suave guitarrear
Yo podia escuchar
Esos tambores con un sordo redoblar..."
quarta-feira, 16 de dezembro de 2015
Navidad caliente.
Si los vientos no cambian en esta Navidad vamos a pasarla con buen tiempo si bien que las noches están un poco frías. Pueden pensar que yo soy loquita pero la verdad para mí me gusta pasar las fiestas con frío y aún más si hubiera nieve. Sueño con estar en una cabaña y mirar por la ventana los copos blancos a caer.
Esa idea la
tengo porque desde niña las postales de Navidad eran casi todas iguales con imágenes
de cabañas heladas, muñecos de nieve...
Todo cambia,
todos cambiamos para bien o para el mal y el tiempo ya no es lo que era debido
al cambio climático como saben.
Por otro lado
para el pueblo más necesitado los inviernos menos rigorosos son una bendición inclusive
para los refugiados que están huyendo de las guerras y están caminando por
Europa de Norte/Leste que es la más fría y helada. Acabo de ver en la tele los adultos
con los niños en brazos enrollados en mantas. Imágenes muy tristes.
También en
Azores mucha gente se quedó sin nada debido a las inundaciones.
Me duele, me
duele mucho y no puedo estar alegre olvidando lo que está pasando en este continente
y países limítrofes.
Vamos a tener pensamientos positivos y dirigirlos a tanta gente que necesita ayuda.
domingo, 13 de dezembro de 2015
Mi Navidad...
La Navidad está llegando y mismo sin querer, los recuerdos de las Navidades de cuando era niña a mujer vienen a mi memoria. Las muñecas grandes y muy lindas, los pequeños paraguas de chocolate delicioso, los bombones, los dulces de Navidad, el regalito que venía dentro del Bolo Rei... Que alegría cuando mi madre empezaba a cortar el Bolo Rei y yo a mirar todo el Bolo para ver si ya se veía el regalito que vendría envuelto en un papelito... Traía también una haba seca que a quién le tocaba tendría que comprarlo el próximo año. Ahora es prohibido porque los niños se podrán atragantar con esos regalitos si los meten a la boca junto con la torta (????).
A los 13/14 años
fue la primera vez que pasé lejos de la familia. Viajé hasta la Isla de Madeira
a pasar allá las vacaciones. Aún no se iba en avión porque aún no había sido construido
el aeropuerto y entonces fui en s/s Theodor Herzl. Fue un mareo completo. Fue en
Madeira que conocí a mi futuro marido y a su familia.
A los treinta
años estaba en Caracas- Venezuela. Fue muy diferente a lo que estaba
acostumbrada. El tiempo estaba como si fuera Primavera y las comidas ni hablar
pero muy buenas- Pan de jamón que se compraba en las panaderías, pernil de
cerdo, grande, donde se hacían unos huecos y se ponía mechones de tocino,
alcaparras, pimientos rojo y se horneaba. Lo que era más típico eran las
Hallacas. Si bien en mi casa y de mi familia hacíamos la comida portuguesa.
Y muchos otros
recuerdos felices pasados con mis abuelos paternos y maternos. Como soy hija
única siempre pasé estos días con adultos. Si estábamos en Lisboa lo pasábamos
en casa de mis tíos y mi primita. Me hubiera gustado estar con muchos
niños para jugar con los juguetes que el Niño Jesús había traído.
Ahora lo paso
con mi hijo y mi perrito Freddy y lo pasamos bien con tranquilidad pero con
mucho dolor de piernas porque solo yo cocino.
Y me quedo por aquí!
Os deseo a TOD@S
una muy Feliz Navidad / FELIZ NATAL !!!!!!!!
sábado, 5 de dezembro de 2015
Un recuerdo pasea
Un recuerdo pasea
El café se cocía
con olor a bejucos y sauces
la lentitud de un mundo se movía
Pensé en los seres queridos
Aquellos que olieron conmigo
los leños mientras ardían
Ya muchos se fueron
Emigraron al mundo de la luz
donde los destellos son más fuertes
y no hay tinieblas
decía mi abuela
que en paz descanse
Opinaba mi abuelo
el filósofo de un mundo pequeño
Tanto les quise y tuve que decir
un día adiós
Pero es que vamos por el mundo
exigiendo
que no nos abandonen
y no es nuestro nada
tan solo Dios y su mirada
Dichoso olor el de café que bulle
algo tan cierto en las cocinas del amor
Es tu mirada latir de tiempos acumulados
Hay en ti hojarascas del pasado que no despegan
y las has llevado a tu presente como imposición
de un caminante y una misión
Revoletean los pájaros y hay festival
aunque el día es gris y se demora por pernoctar
Allí en el fogón se cuelan recuerdos idos
en los umbrales de un simple rancho
que tiene paredes de alegres espejos
Allí quedaron plastificados rostros de ancianos
que aun acarician la soledad
Luz Ramírez
Derechos reservados
quarta-feira, 2 de dezembro de 2015
sábado, 21 de novembro de 2015
Café at night?????
![]() |
William Carlos WILLIAMS, "Café at Night" |
"Es uno de los saberes populares más comunes y de la ciencia viene ahora explicarlo. Tomar un café al final de la tarde/inicio de la noche quita el sueño. En causa, explica el site del ABC, está el efecto que la cafeína tiene en el reloj biológico de las personas, cuya principal función es decir cuando es la hora de dormir.
El efecto de la cafeína puede ser semejante al jetlag, aunque el café tomado tres horas antes de dormir retarde el reloj biológico en apenas 40 minutos, como detectaron los científicos de la Universidad de Colorado-Boulder y del Laboratorio de Biología del Medical Research Council en Cambridge.
Dice el estudio que el café consigue interferir con los biorritmos del organismo, ejerciendo un impacto en las células humanas que quedan sin capacidad de conciliar el sueño. El estudio quitó aun más una conclusión: el café aliado a la luz puede ser el cocktail fatal para el sueño. Después de colocaren variados participantes en escenarios diferentes – que incluyeron la ingestión de café en locales con poca luz, la presencia en locales con mucha luz y la ingestión de café en locales también con mucha luz – los científicos han concluido que la conjugación de la cafeína con la luz consigue retardar el ritmo circadiano en 105 minutos".
Mejor seguir haciendo como siempre hice, o sea no tomar café a partir de las 4 de la tarde y punto.
sexta-feira, 20 de novembro de 2015
Coffee Art - Dirceu Veiga
Nacido del casamiento de dos de sus
pasiones, el proceso utilizado por el artista plástico Dirceu Veiga, ya le rindió
variadas exposiciones, eventos y muchos elogios. El café y el arte dieron
origen a su única técnica con el nombre Coffee Art. Para la creación de sus
ilustraciones, que pueden ser retratos de personas, gente famosa y hasta mismo
caricaturas, Dirceu utiliza a penas pigmentación del café expreso puro. Con
pinceladas cuidadosas, él utilizó las diferencias entre granos, fuertes y
flacos, para producir las diferentes tonalidades presentes en sus dibujos. El
brasileño natural de Curitiba hizo variados estudios sobre el café en algunas cafeterías
para llegar al resultado esperado
© obvious
En estos últimos dias...
Me dolió mucho
lo que pasó en Paris. Quien me conoce sabe que yo amo a esa ciudad. Sigo
preocupada. Dicen que van haber más atentados, desconozco el origen de esa
información. Me duele que esos locos maten a más inocentes y que destruyan los
monumentos que proliferan por Paris.
"Arde Paris?" ha sido la pregunta de Hitler al general Von Cholitz, gobernador alemán de Paris quién se negó a obedecer a la orden de Hitler para destruir Paris. Leí que los parisinos siguen reconociendo al general de una manera muy curiosa que es decir a los turistas que recorren los distintos bellísimos monumentos de la ciudad que dichos monumentos siguen allí gracias a Von Cholitz.
terça-feira, 10 de novembro de 2015
Estoy de vuelta!!
Amigas/os mí@s!
Tanto tanto os echo de menos. El Hombre del Café tenía razón cuando cerré la puerta de mi Café. Me dijo "Yo se que vas volver un día. Tu Café te deja ir, te dio alas pero todos los recuerdos que están en estas paredes no desaparecen y un día te llamaran para que vuelvas."
Ayer estaba comiendo unas castañas asadas y me acordé de un viaje que hicimos a Marvão hace ahora cinco años, se acuerdan? Fuimos a una Feria del Castaño...
http://conversasdecafe-flor.blogspot.pt/2010/11/feria-del-castano-en-marvao.html
Tanto tanto os echo de menos. El Hombre del Café tenía razón cuando cerré la puerta de mi Café. Me dijo "Yo se que vas volver un día. Tu Café te deja ir, te dio alas pero todos los recuerdos que están en estas paredes no desaparecen y un día te llamaran para que vuelvas."
Ayer estaba comiendo unas castañas asadas y me acordé de un viaje que hicimos a Marvão hace ahora cinco años, se acuerdan? Fuimos a una Feria del Castaño...
http://conversasdecafe-flor.blogspot.pt/2010/11/feria-del-castano-en-marvao.html
XXVII FIESTA DEL CASTAÑO – FERIA DE LA CASTAÑA
Esta mañana el Café estaba muy animado. Cuando estaba llegando ya oía las carcajadas y gente hablando alto. Bueno si la gente se esta riendo es que no es nada de grave, pensé yo.
Entré y de seguida me llamaron para sentarme en sus mesas, eran tres mesas y siete amigos y amigas.
El tema de la conversación era un viaje que estaban organizando para ir a MARVÃO (pinchar aqui) a la Fiesta del castaño. Marvão queda cerca de 250 km de distancia de Lisboa, cerca de la frontera con España en la provincia de Alto Alentejo.
Tod@s querían ir.
Un@s querían ir hoy y regresar mañana, llamamos al Parador, pero estaba todo ocupado. Claro con la Fiesta del Castaño no íbamos encontrar adonde dormir.
Un@s querían ir hoy y regresar mañana, llamamos al Parador, pero estaba todo ocupado. Claro con la Fiesta del Castaño no íbamos encontrar adonde dormir.
Entonces combinamos ir mañana domingo, salir de Lisboa a las ocho de la mañana, pero después pensando mejor quedamos en salir a las siete.
Una cosa que nos estaba olvidando, como seria con el transporte, tendrían que ser dos o tres coches. El viaje es un poco largo y tendríamos que viajar con comodidad.
El “Hombre del Café” que también había llegado y lo invitamos a sentarse con nosotros, dijo que tenía un coche, que tenía nueve asientos. Hasta hubo aplausos, que buena idea, así íbamos todos en el mismo coche.
Muy bien, entonces mañana a las siete de la mañana quedamos encontrarnos todos a la puerta de Café.
Marvão es muy linda, todas las casas están construidas dentro del castillo en el punto más alto de la sierra de S.Mamede.
Esta villa encanta a las personas, transportándolas para tiempos antiguos imaginando las historias encantadas que aquel lugar oculta.
Quien visita esta villa, empedrada por la mano del Hombre, no puede dejar de admirar construcciones muy antiguas, pero es el conjunto que encanta cualquier persona.
Marvão fue un castillo medieval y al día de hoy se encuentra muy bien conservado con todas sus casas habitadas, encostadas entre sí, con capillas, restaurantes, Parador, tiendas de artesanía, pequeños bares en calles estrechas y sinuosas y con una panorámica increíble del paisaje circundante.
La gastronomía es buenísima y ahora en esta fiesta la base de la cocina es la castaña.
![]() |
Marvão (sigue) |
sexta-feira, 29 de maio de 2015
Café de Paris
Una de las cosas muy caras en Paris es lo simple, para nosotros, tomar un café. Algo que me sorprendio.
segunda-feira, 25 de maio de 2015
quarta-feira, 20 de maio de 2015
Pasteis de Belém
Fue una bolsa donde decía "Pasteis de Belém" que uno de estos días me despertó la curiosidad de un hombre ya un poco mayor que estaba en el camino mirando para todo el lado como si estuviera perdido.
Yo pasé con mi Freddy pero después pensé mejor y volví hacia atrás y le pregunté si andaba perdido a lo que él me contestó que sí, un poco. Entonces me contó que hace 30 años que no venía aquí y todo estaba diferente. Le fui hablando para ver cómo estaba su mente y me pareció que estaba bien, pero un poco cansado. Que estaba esperando la llegada de un taxi porque las amigas que lo habían invitado y a quién él ya había llamado, le han dicho para no salir de allí que pronto llegaría un taxi para buscarlo. De seguida le pregunté cual era la morada y oí con asombro que era el edificio donde yo vivo y por lo tanto las amigas eran vecinas mías. Mientras tanto llegó el taxi y yo le dije que era mejor pagar al taxi y dejarlo ir porque la avenida quedaba a dos pasos. Claro que todo eso nos provocó risa y de allí a dos minutos ya el señor entró en casa de mis vecinas y yo seguí subiendo en el ascensor.
Todo esto porque
yo vi la bolsa de los "Pasteis de Belém" en su mano y la confitería
que los hace y vende queda lejos de aquí.
terça-feira, 19 de maio de 2015
segunda-feira, 13 de abril de 2015
quarta-feira, 11 de março de 2015
Buenos dias...
Que a cada mañana estes segura que la vida te espera afuera de brazos abiertos para recibir tus expectativas y realizarlas una a una.
quinta-feira, 5 de março de 2015
Muy en serio...
"Cuando me preguntan como tomo mi café yo digo -Muy en serio". Una vez lo estaba tomando y me reí y la persona que estaba en frente a mí lo tomó sin querer...
terça-feira, 3 de março de 2015
sábado, 28 de fevereiro de 2015
Mi cumpleaños
En este día quiero regalar un café y un biscuit a mis amig@s y agradecerles por vuestra presencia en mi Café. Os quiero!
terça-feira, 24 de fevereiro de 2015
Un nuevo día...
"Un nuevo día está por delante de ti, lleno de cosas totalmente nuevas. Suelta las preocupaciones de ayer, a sabiendas de hoy es un nuevo día".
terça-feira, 10 de fevereiro de 2015
Melancolia
Melancolía.
A don Carlos le gustaba sentarse a leer en aquella vieja mesa de mármol, de aquel viejo café, en aquella vieja calle, de aquella ciudad, vieja y amada. Los camareros eran viejos, la clientela era vieja, las fotos que colgaban de las viejas paredes recordaban viejas escenas. Él era viejo.
Sin embargo, el local olía a limpio, el suelo brillaba, las mesas brillaban, las blancas chaquetillas de los empleados brillaban de puro blancas, la barra, la gran cafetera, las botellas, las tazas y los vasos brillaban. Y un delicioso y acogedor aroma a café, a puro café, lo inundaba todo y te invitaba a quedarte, a refugiarte, a soñarte, a olvidarte.
Los días transcurrían sin sobresaltos: algún achaque producto de los muchos años, un nuevo nieto, algún funeral, la Unión Deportiva que no arrancaba, ... nada fuera de lo esperado. Don Leandro, el farmacéutico, tomaba su carajillo de cada mañana junto a la barra. En la mesa del fondo, Juanito, Perico "el gato" y Luisito "el pitorro", jubilados de larga duración, leían la prensa deportiva mientras esperaban el segundo cafetito. Más al centro, un grupo de funcionarios de correos hacían un alto en el camino y disfrutaban de un ratito de sosiego en aquel "templo silencioso". En su rincón de costumbre, nuestro viejo amigo leía "Guerra y Paz".
Un buen día, muy de mañana, aún no habían sonado las once en el reloj de la Iglesia, cuando un chico joven entró en la cafetería. No tendría más de veinte años. Vestía pantalón vaquero muy gastado, camiseta negra, y zapatillas deportivas grises, el pelo más largo que corto, muy limpio, y una barba de varios días sin arreglar. Alto, delgado y aparentemente tímido, se sentó en una mesa al lado del ventanal que daba a la calle y por el que comenzaba a colarse la luz amable del otoño. En sus manos llevaba un libro. También un cuaderno. Y me imagino que algo con que escribir. Miró a su alrededor, atento, curioso, respetuoso. Finalmente se volvió sobre sí mismo, desplegó una cálida sonrisa complaciente y llamó al camarero. Es posible que hubiese encontrado su santuario.
El anciano contemplaba la escena entre la perplejidad y el desasosiego. ¿Qué podría buscar aquí un muchacho tan joven? ¿Habría venido para quedarse? No le hacía ninguna gracia que aquel rincón apacible, de repente se llenase de ruidos, de risas sin sentido, de discusiones, de gritos y tal vez, de amores. No lo permitiría. Hablaría con los demás parroquianos y con Manolo, el encargado de la cafetería y le echarían. No sería muy difícil. En un lugar bien visible había un cartel que rezaba así: "Reservado el derecho de admisión".
¿Pero qué le estaba pasando? ¿Se estaría volviendo paranoico? A fin de cuentas, desde que entró en el salón, aquel muchacho sólo había leído, tomado notas en un cuaderno con tapas rojas y bebido un par de cafés. No hacia otro ruido más molesto, que el producido por el lento pasar de las páginas de su libro o el imperceptible rasgar de la pluma sobre el papel. De vez en cuando sonreía, otras veces parecía triste, o ensimismado, o ausente. Pero pronto volvía y escribía.
Y el anciano comenzó a tranquilizarse. Su mirada, intransigente y desconfiada al principio, comenzó a tornarse tolerante y acogedora. Y sintió que sus ojos estaban ya preparados para tropezarse con los del joven sin hacerle daño. Dejó el periódico sobre la mesa, y buscó con descaro que las pupilas de ambos se encontraran en el aire. Y lo hicieron. Y el chico esbozó una sonrisa agradecida. Y el viejo se sintió joven. Y mató todos los miedos.
Aquel otoño acabó. Y su lugar lo ocupó el invierno, lluvioso y frío. La vida en la cafetería, amable y acogedora como siempre, se tornó además luminosa y alegre tras la llegada de aquel chaval de veinte años amigo de los libros, de las causas perdidas y de las preguntas sin respuestas
Cada tarde, después del tiempo dedicado a la lectura, a la reflexión callada, y a la observación de los comportamientos en aquel universo singular, unos y otros juntaban sus sillas en torno a una mesa y estrujaban la vida. El viejo con otros viejos. Y el muchacho joven junto a todos los viejos. Opinaban, debatían, compartían, gozaban. Pasaron los días, las semanas y los meses. También algún año. Y el viejo café se hizo ágora y universidad y refugio y hogar. Y su luz pudo contemplarse desde lugares muy remotos.
Pero ocurrió lo que era lógico que ocurriera. Un día, el chico tuvo que partir. Lejos. A otra ciudad. Muy lejos. Y la melancolía, como la mala hierba, se adueñó del lugar. Y el viejo volvió a sentirse viejo y los otros viejos regresaron al silencio y a la resignada contemplación del paso del tiempo.
Las razones de su marcha poco importan aquí. Unos dijeron que fue la política, otros que la búsqueda de respuestas, algunos que un trabajo inesperado y hubo quién pensó que el causante fue el amor. En definitiva, la vida.
Pasaron los años. Muchos años. Cincuenta, casi. Y el joven volvió. Y buscó la vieja calle, ... pero aquella no era su calle. Y buscó su vieja cafetería y en su lugar halló una moderna tienda de Zara, igual que las otras Zaras que vio en Hong Kong, Madrid o Budapest. Y le embargó la pena. Y recordó el día en que entró por primera vez "en su santuario" y el instante en el que sus ojos tropezaron en el aire con los ojos del anciano, y los momentos de lectura compartidas y los poemas que nunca se olvidaron y los sueños de libertad en aquellos tiempos oscuros, ...
Sentado en un banco del parque, que siempre fue suyo, esperó la hora mágica de los sueños, dejó que su mirada se perdiera en el "fascinante país" donde sólo él tenía acceso y decidió buscar otro café - o inventárselo - con mesas de mármol y patas de forja, con camareros con pajarita negra y chaquetilla blanca que amaran su oficio y se sintieran respetados en él. Y elegiría mesa. Sería su mesa. Y leería libros. Y bebería a sorbitos un café cargado y muy caliente. Y exploraría complicidades con otros clientes y charlarían y compartirían... pero, sobre todo, estaría atento a la aparición por aquella puerta de cristal de algún joven con un libro en la mano y un cuaderno de notas con tapas rojas, o negras, o azules... Y forzaría el encuentro con sus ojos, le daría la bienvenida con la mirada y le haría sentirse en su casa. Hasta que él quisiera. Sólo hasta que él quisiera.
Pero soñó que llegaría una muchacha, vestida de manera informal, fresca, elegante, con el pelo largo y ensortijado, con gafas a lo Lennon, una pequeña mochila de lona a la espalda y un libro entre sus manos. Le gustó lo que vio, y se quedó. También a él le gustó ella, y sonrió satisfecho.
Y pasarían los días, los meses y algunos años.
Y cuando llegara la hora del crepúsculo, cuando la luz amarillenta de los tubos fluorescentes LED se enseñorearan del lugar, viejos y menos viejos, hombres y mujeres, clientes habituales y más de un curioso, se reunirían en torno a una mesa y recitarían "La Noche Oscura del Alma" , leerían una página, cualquier página, del "Olvidado Rey Gudú", o se sumergerían en el fascinante monólogo creado por Sándor Márai en su "Último Encuentro". Y cuando nuestra joven amiga hubiera superado al fin el rubicón de la timidez, propondría al grupo las lecturas que, hace cincuenta años, otro muchacho compartió con otros viejos soñadores, en un lugar parecido: "El Arte de Amar", y "Los condenados de la tierra".
Y no quiso despertar de su sueño.
....................................
Y se desbordaron los ríos, el aire se llenó de olor a lavanda y flores silvestres, fuegos artificiales iluminaron el cielo estrellado, los jóvenes se volvieron más sabios y los viejos más jóvenes. Y la vida siguió fluyendo.
.....................................
Cuando abrió los ojos, junto a él, en su banco, una muchacha con el pelo ensortijado, gafas a lo Lennon y una mochila de lona en su regazo, leía, con dulce abandono, "La Nieta del Señor Lynch". A su lado, un libro de Isaac Rosa y un cuaderno de notas con tapas rojas. La miró, le miró, sonrieron y tras inclinar levemente la cabeza se alejó de ella y de su parque.
Antonio Cerpa
http://tantascosasporcontar.blogspot.pt/
quinta-feira, 22 de janeiro de 2015
terça-feira, 13 de janeiro de 2015
Todas las mañanas....
Todas las mañanas no veo la hora de tenerte entre mis manos.
Te necesito, necesito de tu calor, de tu perfume, de tu gusto...
Oh...café, te quiero demasiado!!!
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