El día
amaneció frio y con mucha neblina. Cuando abrí las persianas parecía que tenía
una pared en frente. Tuve que enchufar los calentadores porque así que salí de
mi habitación empecé a estornudar. La casa estaba helada. Solo pensaba en tomar
una taza bien grande de café con leche.
El teléfono empezó a tocar, era el “Hombre
del Café” invitándome a tomar el desayuno y que además ya estaba allá una amiga
preguntando por mí. Me arreglé y salí corriendo.
Por
el camino iba pensando de quien se trataría pero así que llegué la vi en
seguida, era Dorita. Que sorpresa, hace tiempo que no hablábamos.
Nos
sentamos los tres, de seguida llegó el desayuno y me enteré que mi taza de café
con leche estaba humeante. Los croissants del Café son muy buenos, parecidos a
los que comí en París.
Dorita
contó cómo había pasado las Navidades con su familia, los regalos que había
recibido que al revés de los otros años fueron en menor cantidad y que había
comido muchos dulces. Había engordado 3 kilos, tenía que empezar a hacer sus
caminadas.
Me
he dado cuenta que mi amigo estaba un poco inquieto, parecía que me quería decir
algo y pregunté que le pasaba.
Me
enseñó un catalogo de una
exposición que está transcurriendo en Basilea/Suiza, “Viena 1900”. Estaba muy alegre diciendo que iba viajar a Suiza,
que ya había hablado con el Turismo de Basilea (www.basel.com/en) y que ellos estaban lanzando una campaña ofreciendo
un pack de una noche en un hotel con un ingreso para la exposición a partir de
72 Euros. El pasaje en avión también ya estaba asegurada en un vuelo low-cost.
Le
pregunté pormenores de esa exposición y él contó que en el principio del siglo
XX, Viena debía tener una atmosfera irrepetible. La ciudad aparentemente fría
era, entonces, una de las cunas del modernismo,
con una cultura vibrante que se reflejaba en los cafés y cabarés, en la música,
en el adviento de la psicoanalice de Freud, naturalmente, en las obras de
Gustav Klimt y Egon Schiele.
La
exposición intitulada Viena 1900, reúne un
conjunto impresionante de obras de ese periodo, dando otra luz sobre una de las
épocas más vibrantes y fascinantes de Europa nombradamente en el peso que el
erotismo y la desnudez ejercía sobre las miradas artísticas.
Me
pareció muy bien, me gustaría también de ir a Suiza, pero con un poco más de
tiempo. No he ido nunca a ese país, pero en Invierno hace mucho frío.
Hola Flor:
ResponderEliminarAmi también me parece fría Suiza pero
tiene que ser preciosa gracias por tu visita la cual me dio mucha alegría
bueno feliz año 2011 y que tus deseos
sean concedidos.
Un Abrazo especial. El Candil
Suiza es un país precioso. el problema es que son tan educados, todo es tan perfecto, que se hace un poco aburrido, bella Flor.
ResponderEliminarDebe ser interesante esa exposición.
Besos.
Realmente es sugerente visitar esta exposición, sabes que siento debilidad por la pintura de Gustav Klimt.
ResponderEliminarEL HOMBRE DEL CAFÉ