Pastelaria Suiça - Lisboa |
El programa que habíamos combinado hacer ayer quedó para una próxima oportunidad.
El día amaneció un poco nublado y la meteorología decía que al final
de tarde empezaría a llover. De vez en cuando miraba por la ventana y vi que estaba
apareciendo el sol por entre las nubes. Con el tiempo nunca se sabe y hay veces
que los meteorólogos no son ciertos en sus previsiones.
Me retrasé un poco y cuando llegué al Rossio ya el “Hombre del Café”
estaban esperando. Pregunté por mi amiga y él dijo que ella acabara de ir a la Pastelaria Suiça a tomar un café.
Decidimos ir también hasta allá, fue solo atravesar la Praça Dom Pedro IV .
Miramos hacía la terraza si ella estaría sentada en la terraza y como no estaba allí, entramos en la Pastelaria en dirección a la otra terraza del lado de la Praça da Figueira. Oímos llamar y era ella que ya estaba terminando de tomar su café en la barra.
La panorámica que se puede ver desde la terraza de la Praça da
Figueira es bellísima porque se puede admirar el Castelo de São Jorge arriba en
una colina.
Resolvemos sentarnos allí a tomar el café, ella pidió otro para hacernos compañía y aun no habían llegado los cafés, empezó a llover. Ninguno de nosotros había traído paraguas. Miramos el cielo, estaba oscurísimo, se levantó un viento muy desagradable.
Con mucha pena nuestra no fuimos hasta Sintra. Si en Lisboa estaba
aquel tiempo, en Sintra estaría mucho peor y ni siquiera podíamos dar los
paseos a pie que queríamos.
Nos quedamos en la Pastelaria Suiça pero ya dentro del espacio. Fuimos
conversando sobre lo que podríamos hacer durante la tarde. Ir al teatro por
ejemplo, el Teatro Nacional Dona Maria II, queda allí mismo al lado. Había oído
que iba haber un concierto en una Iglesia del Chiado pero sin paraguas
quedaríamos todos mojados…
Mi amigo tuvo una idea que aprobamos. Él fue al Teatro D.Maria I, ver
a qué horas empezaba la obra “Azul Longe das Colinas” que había estrenado el jueves pasado y que tuvo muy buena critica.
De ahí a un cuarto de hora el “Hombre del Café” regresó sonriendo porque había comprado tres ingresos
para ir al teatro a las 16h.15.
Como aún faltaba una hora para la abertura, seguimos conversando y
pedimos un té y unos pasteles de nata que tenían bueno aspecto. La Pastelaria
Suiça tiene muy buena repostería pero los pasteis de nata aunque sean muy
buenos, prefiero los Pastéis de Belém. Como los croissants son famosos, compré
media docena para llevar para casa. Dicen que fueron ellos que introdujeron el
croissant en Portugal no sé en qué año, quizás en los años 20 o 30.
(sigue)
Wuay, cada día es mas bonito tu blog..
ResponderEliminargracias por pasarte por mi otro blog..
es un intento de hacer algo diferente y agradecer a mis amigos , entre los que te encuentro... algo...
es un gracias.. sin mas
el que te doy a ti por ese corazon y esta música deliciosa que me regalas..hoy de mañna que falta me hace..
Besos con mucho trabajo
Veo que eres muy golosa, bella Flor.
ResponderEliminarOjo con el azúcar, que no perdona. Afortunadamente, yo soy poco goloso. Siempre es agradable tomar algo dulce, pero enseguida me lleno.
Besos.
Programa muito bom e os pastéis de nata...Humm.
ResponderEliminarAbraço.
OCHO (8)
ResponderEliminarthe bloggerman
Bueno, aunque el tiempo te prohibiera hacer tu excursión prevista, la alternativa ya veo que resultó estupenda.... ya vendrán tiempos mejores y podrás realizar más actividades al aire libre.
ResponderEliminarUn beso.