Pocos conocen el lado más cotidiano de Audrey Hepburn: llevando a sus
hijos a la escuela, comprando flores o paseando a su perro 'Famous', una faceta
alejada de los reflectores que se desvela en la exposición sobre la mítica
actriz que abre desde mañana en el Museo del 'Ara Pacis' de Roma.
Se trata de la exposición 'Audrey en Roma', que muestra 140
imágenes, trajes, accesorios, objetos personales de la actriz y vídeos
familiares que recorren los casi 20 años que vivió en Roma, la que por decisión
fue su ciudad.
Estas imágenes fueron hechas por fotógrafos que se atrevieron a
'robar' parte de su intimidad y la inmortalizaron en gestos espontáneos y
acciones cotidianas, lejos de luces y poses. Aunque no le gustaba esta
intromisión, Audrey Hepburn respondía con una maravillosa sonrisa, la misma que
todos recuerdan y la existencia de aquellos 'paparazzi' permiten así recorrer
su huella en la capital italiana.
"Algo que fue una imposición, algo incómodo para la familia, hoy
se convierte en una celebración de mi madre", explicó a Efe el hijo mayor
de la actriz, Sean Ferrer, fruto de su unión con Mel Ferrer.
Más de 8.000 imágenes inéditas de Hepburn en una exposición con fines
benéficos.
La exposición, dividida cronológicamente, es también una oportunidad
para acercarse a la mujer que dedicó los últimos cinco años de su vida a viajar
por más de 20 países como embajadora de buena voluntad de Unicef, desde 1987
hasta su muerte, en 1993. Un vídeo recoge imágenes de la actriz con niños en
Bangladesh, Vietnam, Somalia, Sudán o Etiopía. "Hay viajes que se hacen
con un único equipaje, el corazón", se lee debajo de la proyección.
De hecho, la labor que emprendiera Hepburn no terminó con su muerte,
pues su familia ha continuado su trabajo caritativo a través de la Fundación
Audrey Hepburn para la infancia desamparada. Es por eso que la muestra tiene
fines benéficos, pues una parte del dinero que ingrese por concepto de entradas
será destinado a proveer de fondos a 32 centros nutricionales, así como la
atención a 13.000 niños desnutridos en Chad.”
Hace tiempo que no veo una película de Audrey Hepburn. En mi archivo de DVD tengo el “Desayuno de Diamantes”. Estaba hablando
con mis pensamientos y tomando mi café cuando llegó a mi vera el “Hombre del Café” y
le invité a mi casa una tarde para volver a ver esa película.
Al salir a la calle me di cuenta que por fin el otoño había llegado,
las hojas en el suelo no paraban de bailar al compas del silbido del viento
frío. Acababa de oír que estaba nevando en la Serra da Estrela.
Buen artículo, gracias
ResponderEliminarsaludos
tenia un tipo de belleza intemporal y una gran y natural elegancia.
ResponderEliminarEL HOMBRE DEL CAFÉ