Omara Portuondo |
El tremendo desastre en Japón llenaron hoy todos los periódicos. En la
televisión solo pasaban imágenes horribles de lo que pasó en aquello país tan
lejano.
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza y con mucha ansiedad.
Como siempre hago a los sábados salí para hacer las compras en el súper,
pero antes ir tomar el desayuno en el Café y dar un abrazo muy especial de cumpleaños a
mi amigo “Hombre del Café”.
Como yo sé que le gusta el chocolate, le compré unos bombones riquísimos
en una tienda gourmet cerca de mi casa. Siempre que entro allí la boca se me
llena de agua y quedo sin saber cuáles comprar porque tiene una variedad muy
grande y con buenísimo aspecto. No son baratos, pero se puede comprar lo que uno quiere porque los
venden por kilo y después hacen unos paquetillos bellísimos de regalo.
Tuve que comprar 125gs para mí, más por el
paquetillo. Me preguntó la empleada “Los dos son para regalo?” Yo le contesté “Si,
si lo de más cantidad es para hombre y lo otro para señora”.
Ah! También tengo
derecho a recibir un regalo de mí misma.
Mi amigo ya había llegado, hoy como estaba lloviendo él no fue a dar
su paseo en bicicleta. Lo saludé, le di su regalo y lo vi muy alegre. Entonces
fue cuando él me invitó a ir al Coliseu ver y oír “Ritmos cubanos” por los
legendarios “Buena Vista Social Club”,
acompañados por Omara Portuondo, cantora de boleros ya con 81 años de edad.
Dijo que ellos van a incluir
temas de futuros discos y también músicas como “Chan Chan”, “Quizás, Quizás”,”Bodeguero”… Han estado en la ciudad de
Porto el pasado miércoles y han tenido muchísimo éxito.
Claro que acepté su
invitación, me gustan mucho los ritmos latinos. Aprendí a gustar oír y a
bailarlos cuando estuve viviendo en Venezuela.
hay que verlos en directo y hay que darse prisa que no són precisamente jovencitos imberbes.
ResponderEliminarEL HOMBRE DEL CAFÉ
O meu abraço solidário para com o povo do Japão.
ResponderEliminarAbraço,
Presto aqui minha solidariedade ao Japão.
ResponderEliminarMas, aproveitando a sala de estar da sua casa virtual, onde voce me (nos) recebe com tanto afeto e o café fumegante-aconchegante da sua simpatia, deixo beijos poéticos