No consigo, no puedo traducir en palabras todo lo que he visto y oído a lo largo del día de todo lo que pasó y está pasando en Japón y después las amenazas del tsunami en los países bañados por el Pacifico.
Mi primero pensamiento fue para Chile y después para Nueva Zelandia que hace tan poco tiempo hubo también un terremoto.
No conseguí salir de casa siempre actualizándome con las noticias. Me llamó mi amigo “Hombre del Café” para saber cómo me sentía y si necesitaba de algo. Él sabe como yo quedo asustada con todas las tragedias provocadas por todos estos desastres de la naturaleza. Que impotentes nos quedamos.
Leí hace poco que el primer ministro pide a 45.000 personas que evacuen la zona de la central nuclear en Fukushima mientras otra central también registra problemas por el peligro eminente del aumento de la radioactividad.
QUE TRISTE!
veràs, si eso llega a suceder aqui, no quiero ni pensar la desgracia que ocurririra, porqué alli están preparados y mira lo que ha sucedido a pesar de ello.
ResponderEliminarEL HOMBRE DEL CAFÉ
Sí, terrible lo sucedido. Pero no por ello dejo de admirar la disciplina, serenidad y soliradidad entre los mismos japoneses para hacerle frente a esta catástrofe.
ResponderEliminarSin embargo, lo temido ha sucedido...con la estación nuclear en Fukusihma. Dios los proteja y a nosotros también.
Qué lección de serenidad y disciplina nos dan los japoneses.
ResponderEliminarUn enorme abrazo para ellos y el deseo de que no vaya a más y puedan recuperarse pronto.
Besos, Flor