Estaba llegando al Café y alguien me llamó del otro lado de la calle, miré, miré y vi una amiga mía mexicana, María Ayala haciéndome señas para esperarla y me quedé allí hasta que el semáforo quedara verde para peatones.
Hace tiempo que no hablábamos e hicimos un espectáculo en plena calle entre carcajadas, abrazos, besos… Ella traía bastantes hojas en la mano y se puso moviéndolas en aire diciéndome que iba a publicar un libro con sus poemas y yo mirando las hojas pensando si de verdad ese libro iría ser publicado porque ya las veía volar por todos los lados. No volaron en la calle pero volaron dentro del Café. Los pocos clientes que estaban allí ayudaron a recogerlas del suelo y el “Hombre del Café” las llevó para una mesa vacía y consiguió ponerlas en orden. Menos mal que estaban todas nombradas.
Mientras estábamos hablando de lo que nos había pasado en estos últimos tiempos vino al tema de conversa aquella ciudadana americana, nacida en México que hace 101 años que vive en Estados Unidos y después de cumplir un siglo de existencia es que consiguió obtener la ciudadanía norte-americana. Que lo primero que va hacer es votar el día 2 de Noviembre en las elecciones intercalares en EUA y que dice ella “va votar en el mejor candidato”.
En una ceremonia que tuvo lugar el martes en un tribunal federal de Brownsville, la ciudad que la vio crecer, vio su nombre juntarse a una pequeña lista de 15 emigrantes que se naturalizaran ya después de haber cumplido cien años.
Hablamos tanto, tanto, que regresé a mi casa para tomar un PARACETAMOL, tenía un dolor de cabeza enorme. Cuando iba saliendo el “Hombre del Café” aun consiguió decirme que ayer lo habían entrevistado, pero me contaría después los detalles.
No me extraña que te doliera la cabeza, después de hablar tanto y tanto, pero creo que habrá merecido la pena, más de cien años de vida dá para compartir muchas experiencias y es tan entrañable oirlas en la voz sabia de una persona de ésa edad. Un beso Flor
ResponderEliminarPues, sí que le ha costado a la pobre mujer conquistar la ciudadanía americana. No sé si ya le compensará.
ResponderEliminarMe alegro de tu extensa conversación con tu amiga mexicana.
Seguro que triunfará con ese libro de poesía.
Besos.
Magnífica fotografia SALUDO
ResponderEliminarNormal ese dolor de cabeza, me gusto tu charla
ResponderEliminarun beso corazon
ya te los contó. Por cierto esta señora dudo que sea y se sienta norteamericana, por más años que lleve el los Estados Unidos. Igual la buena mujer siente próxima la muerte y se ha dicho: en vez que se muera una mexicana que lo haga una americana.
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