Cuando entre en el café me di cuenta que estaba totalmente lleno. Los clientes eran casi todas personas arriba de los 70 años más o menos. Había un convivio tan alegre que me quedé en la barra observando lo animados que estaban. Los empleados casi corrían para satisfacer los pedidos, de café, de té, de tortas, de tostadas…
Pregunté al “Hombre del Café” que es lo que pasaba y me dijo que festejaban el Día Nacional de la Tercera Edad. Desconocía ese día pero me encantó ver tanta animación.
La existencia en Portugal de un día dedicado a los mayores sirve para llamar la atención financiera, social y afectiva en que vive la mayor parte de las personas con esta edad. Aunque una pequeña parte de la populación mayor reciba rendimientos suficientes para llevar una vida mínimamente digna, la mayoría pasa bastantes dificultades, competiendo a los hijos darles lo necesario para sobrevivir y distribuir el cariño que ellos mismo han recibido cuando jóvenes.
No hay nada más triste que abandonar los abuelitos en hospitales y en casas de reposo sin ninguna garantía de los cuidados necesarios a que tienen derecho como ser humanos.
Como estaba buen tiempo, el sol estaba calentito me senté en la terraza tomando mi café y echando una mirada en las noticias.
Al lado de la taza venía un bombón, quien sería que lo había puesto allí??????
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